QUIEN ESTÉ LIBRE DE PECADO…


Reflexión sobre las actuaciones de Lenin, Stalin, Trosky y el anarquismo en la Unión Soviética.
Esta máxima que se encuentra como citado por Jesús en los evangelios, y que se completa con: Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Es fundamental comprender esta frase, pues hace romper con muchos tópicos que sufrimos dentro de toda la izquierda al acusarnos unos a otros de apoyar y comprender acciones que se realizaron en anteriores épocas históricas. La historia que se escribe siempre es contradictoria, dependiendo del cristal con que se mire.
Por eso, cuando lee uno distintas fuentes sobre hechos históricos cruciales dentro de la lucha del poder de la clase obrera en una revolución, donde como tal teóricamente se defendía, esta sólo podía ser por la violencia frente al terrorismo de la burguesía, que defiende sus privilegios.
En un momento, se consigue en mayor o menor medida el poder político y militar, con el cual se actúa frente a los enemigos que no renuncia al poder y su opresión.
Es el período de la dictadura del proletariado, pero nunca quedó claro como debía ser, de que manera y por cuanto tiempo y hasta cuando.
Se escomienza a gobernar y es cuando la polémica está servida y en la historia se achacan unos a otros la conculcación de los derechos humanos de los trabajadores.
Se le considera a Lenin, como el líder de una revolución social que acabó con el feudalismo, y propició un desarrollo y progreso al antiguo imperio ruso.
Desde muchos puntos de vista, se acusa a Lenín de matar de hambre a millones de personas, muchos de ellos de la clase campesina, productores de sus mismos alimentos, como consecuencia del llamado “comunismo de guerra”, que no dejaba de ser la requisa de grano para alimentar la subsistencia de un ejército frente a la guerra civil.
Junto a esto, tendremos que tener en cuenta, la acusación de abuso de poder contra el derecho de autodeterminación de estados como Georgia, que declararon su independencia, aprovechando que el imperio ruso estaba en decadencia, en pleno proceso de lucha revolucionaria.
Claramente, el gobierno que se instituyó en lugares como Georgia, era puramente burgués, con lo cual, los simpatizantes justifican esta actuación como un desarrollo de la guerra civil contra los burgueses y las naciones extranjeras que la apoyaban a través del ejercito blanco.
Junto a esto, no olvidemos la represión que sostuvo contra los anarquistas, donde parece ser que acabó el régimen soviético con las organizaciones y toda resistencia que el anarquismo realizó en sus diversas guerrillas y rebeliones, los cuales acusan a este de autoritarismo.
Además para mas incisión, al perder las elecciones en la asamblea constituyente, dio un golpe de estado y la disolvió.
Le excusan sus partidarios que esta asamblea constituyente no era necesaria para este nuevo estado, pues los Soviets era la representación directa del poder legitimo de los trabajadores, con lo cual era lo lógico eliminarlo.
Los anarquistas, siempre se sintieron legitimados para luchar contra el estado soviético mandado por el partido bolchevique, al sentirse traicionados por el viraje totalitario con el que acusaban al gobierno, después de la insurrección de la revolución de 1917.
También acusan a Trotsky, al corresponderle cargo de comisario de guerra, de reprimir cualquier movimiento de izquierda opuesto al oficial del Partido Bolchevique. Por ejemplo, al movimiento libertario de Néstor Makhno en Ucrania o la rebelión de los marineros de Kronstadt en el Golfo de Finlandia.
Ante este argumento, a los anarquistas se les acusan de ayudar a los blancos para desestabilizar la revolución, dentro de la guerra civil.
Debemos también recordar que dentro de la guerra civil, el ejercito rojo, era un ejercito basado en el servicio militar obligatoria, jerárquicamente militarizado, con el que eliminaron las milicias que anteriormente lucharon por la revolución.
Esto desde un punto de vista antimilitarista, no se hasta que punto se podría apoyar.
Diversas organizaciones excusan a Lenin de no ser totalmente responsables de estas actuaciones cuyos derechos humanos de los trabajadores, obreros y campesinos, fueron conculcados.
En todo este quehacer, estaban dentro del aparato sovietico tanto Stalin, como Trosky.
No debemos olvidarlo, y claramente hasta que punto podemos inculpar a Stalin de sus actuaciones y absolver a Trosky, siendo ambos altos cargos del poder ejecutivo sovietico siendo su presidente Lenin, considerándose ambos seguidores suyo.
Hasta que punto, los anarquistas al no conseguir el poder, lucharon por pequeñas parcelas que pudieran controlar, pues no lo debemos olvidar, que su forma de poder no es el tomar el poder politico institucional directamente, pero si el político-social de intervención a través de sus organizaciones.
Cuando se habla de estalinismo, se le acusa de totalitarismo ante las diversas “purgas" realizadas dentro de su partido para controlarlo más, pero en cuestiones de derechos humanos de los trabajadores habría que saber comparar con su antecesor y sus contrincantes. Aunque también se le acusa de mayores de hambrunas en el momento de las colectivizaciones, el uso masivo de las deportaciones, -incluso después de la 2ª guerra mundial-, los campos de concentración, el uso de las torturas para conseguir confesiones. Sus defensores, excusan que desgraciadamente una revolución tiene victimas, y que en comparación con el capitalismo, siempre es mucho menor.
Desgraciadamente, Trosky uno de sus enemigos, lo critica en su libro “Mi vida” de una manera mas personalista, apelándole despectivamente, mas que políticamente. Y en ningún momento, se plantea crítica clara ante los atentados de los derechos fundamentales de los ciudadanos trabajadores.
Hasta qué punto, puede ser excusada el trabajo político de revolución frente a los legítimos derechos humanos.
Siempre, nos acordamos y criticamos los “daños colaterales” que hace EEUU en su lucha contra el “terrorismo”, pero ¿somos tan inflexibles con los nuestros?
No olvidemos que durante el periodo de Stalin, la URSS usó y promovió lo nuclear para crear armamento –aunque eso es verdad, nunca lo uso, como EEUU-, aunque eso si, empezó a suscitarse la carrera de armamento, con lo que suponía de peligroso y gasto presupuestario que no iba a los trabajadores. También la usó para la producción de energía, con las consecuencias que conocemos para la vida y el medio ambiente de los trabajadores.
Tampoco debemos borrar de la memoria, que a partir de la segunda guerra mundial, empezaron a nacer revoluciones sociales, muchas de ellas apoyadas por URSS. Con lo que supuso, el crecimiento de la influencia del socialismo en el mundo.
Realizó, algo que buscaba otras organizaciones de izquierdas, incluso anarquistas, la expropiación de terrateniente y la colectivización campesina, unido todo a esto a la industrialización del país y del campo. Para ser susceptible de crítica, por la escasa consideración que se tuvo con la cuestión medioambiental, que nos afecta a todos los trabajadores.
Claramente, de Stalin se le puede acusar y respaldar por muchas cuestiones, pues estuvo muchos años en el poder.
De alguna manera, ¿se podrá realizar una revolución, cuya toma de poder a través de la violencia en lucha contra la burguesía poderosa, no suponga sufrimiento de los trabajadores?
¿Habrá alguna vez, una revolución no violenta que luche contra las injusticias sociales, y triunfe claramente? ¿Se podrá hacer realmente una revolución social no violenta?
¿Se puede pensar realmente ahora mismo, con la correlación de fuerzas del capitalismo, el poder realizar una revolución social, a través de la lucha armada?
Leyendo bastantes versiones históricas sobre estas personas y la revolución, queda uno perplejo de los discursos entre-cruzados, que pretenden explicar y argumentar a favor o en contra de alguien.
Todavía se nota, forcejeo y pugna por ganar la versión histórica que la absuelva.
Espero realmente, que consigamos para nuestro bien un estudio histórico que acabase con esta confusión que conlleva tanta lucha.
De momento, me quedo, con las siguientes frases:
“Siguiendo la máxima de Spinoza, no debemos reír con su decadencia ni llorar con sus tragedias ni indignarnos con sus posiciones insultantes, sino comprender. Comprender la contradicción en la vida y la cultura, y actuar como revolucionarios en base a esta comprensión.”
“Estudiemosles y aprendamos lo bueno”

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