COMO DEBERÍA SER NUESTRA POLÍTICA.

Ahora que nos acostumbraron a que la política y los asuntos de la política diaria es una cuestión que tienen que llevar los profesionales de la política.
Que no debemos preocuparnos por ella, más si acaso una vez cada 4 años cuando ellos quieran. Pues ya ahí están los profesionales de la política que viven años y años, cobran un buen sueldo y a la vez ganan méritos para poder pasarse inmediatamente cuando dejen las instituciones a la empresa privada. Que además, que casualidad no se van para un puesto de tendero, ni de peón albañil, sino un alto cargo de cualquier empresa, que justamente coincide con haber sido favorecida por contratos de la administración.
Vemos que la política de los partidos que tienen mas posibilidades de entrar en las instituciones, su trabajo fundamental es el que negociar cuotas de poder, alianzas.
También se observa que la política que se ve en los medios de comunicación, se dedican a negociar planteamientos, bajando las aspiraciones reivindicativas para poder conseguir otras aspiraciones.
La izquierda rebaja sus planteamientos ideológicos y reivindicativos con el argumento de que el pueblo esta desideologizado, aculturizado políticamente, aburguesado, por lo cual, hay que crear un mensaje cercano a sus aspiraciones para así conseguir representación política.
Los profesionales nos muestran como su política es la de acusarse mutuamente dentro de unos estrechos parámetros políticos, que pretenden presentarlos como abismales, en esto se ve claramente en cuestiones como el desarrollo en infraestructuras viarias…
Los distintos partidos se denuncian públicamente como el otro no ejecuta la obra tal o cual autovía, y el otro le contesta como sus competencias en carreteras están abandonadas, pero ninguno se plantea ni quiere realmente romper con el circulo vicioso del consumismo energético del transporte, de fomentar el ferrocarril de cercanías, moderno que es mas ahorrador en combustible y vertebra con mayor igualdad a todos los ciudadanos, aunque vivan en el medio rural. Siendo el AVE que une solo a las grandes ciudades, y destroza con sus obras el medio ambiente.
Este es un pequeño ejemplo como tantos otros, donde se muestra que aunque parece que a primera vista que hay diferencias sustanciales para crear debate entre los partidos mayoritarios, estudiando sus argumentos y reflexionándolos, reflejan una misma base.
La política es ante todo responsabilidad, el que gobierna debería ser y hacerse responsable de sus acciones, pero, los profesionales a sueldo de la política, a los que delegamos nuestro poder y a los que vemos como paradigma, vemos como siempre piden responsabilidades al otro, pero nunca así mismos. Sus obligaciones quieren presentarlas diluidas por culpa de su entorno mientras que los de otro lado, son siempre culpables. Así nos muestran un mundo maniqueo de cuentos de hadas y brujas, que cada cual tiene un papel según se lo asigne uno o el otro.
Con esto, nos muestra como la política esta desacreditada donde el pueblo ve todo esto como un teatrillo de marionetas, que no están manejadas por ellos, quienes les pagamos, sino no se sabe muy bien por quién.
Así como en cualquier espectáculo, el pueblo todo esto lo ve desde las butacas como espectador y cree que cuando sale a la vida real no le afecta.
Todo esto, así es como está funcionando la izquierda, llámese como se llame.
La izquierda social que no tenemos aspiraciones reales ni pretendemos ni deberíamos competir, y que creemos que la lucha política además de estar reivindicándola en las instituciones, nuestro deber es el de promover el trabajo político en la calle, cercano a la gente.
Con esto no quiero decir que las instituciones tengamos que repudiarlas, aunque estas sean consecuencia de una constitución postfranquista, basada en una negociación dentro de la dictadura entre los gobernantes del régimen y parte de la oposición.
Tampoco podemos pensar que estas instituciones por su carácter, origen y herencia den posibilidades de cambiar estructuralmente a un sistema, siendo además la constitución monárquica, capitalista la base fundamental de las administraciones. Está demostrado históricamente. Pero a pesar de esto, estas instituciones que no apoyamos ni las deseamos, son nuestras porque, como ciudadanos y contribuyentes que pagamos con nuestros impuestos, tenemos derecho de tener y ser portavoces de nuestras ideas y la voz de luchas y causas justas de los movimientos sociales que buscan mejorar esta sociedad.
Pero esta parte, no puede ser la fundamental ni definitiva de nuestra acción social, lo que debemos diferenciarnos de la izquierda institucional aunque seamos una minoría, debe ser recuperar la idea de un partido cuyo eje debe ser la educación.
La nuestra política que propongo debe educar para crear conciencia de ciudadana y de clase social de trabajadora.
Promoviendo valores sociales y éticos universales que deben compatibilizarse con el servicio social pero alejarse del asistencialismo y la beneficencia, trascendiendo a una solidaridad revolucionaria con nuestros congéneres, y contra la injusticia que sufre nuestra clase social trabajadora, nuestra naturaleza, nuestra cultura y las mujeres. Presentando a las fuerzas capitalistas y moralistas responsables de estas.
En eso debe diferenciarnos de la politiquería a la que nos tienen acostumbrado, y que anteriormente describí. La clave es la pedagogía de la solidaridad, que remueva sensibilidades y las oriente hacia la liberación. Una educación de valores, que es lo que mas escasea en esta sociedad, a través de la cual exigir responsabilidades a nuestros representantes institucionales.
Esto que cuento no es nada particular, de alguna manera Mao Tse Tung lo proponía. Fue un dirigente con una cualidad excepcional es hacer pedagogía en sus escritos, sencillos, fabulosos, esperanzadores, aunque siempre haya que replantearse muchos de sus conceptos.
Hay una cuestión clarísima, no se puede esperar a llegar al poder para hacer educación. Nuestro valor como socialistas es el poder que tiene pueblo, dependemos del uso concienciado y ético del poder por parte del pueblo, el cual para que no se desvíe al fascismo y al racismo, que es la tendencia actual, en una sociedad aburguesada en franca decadencia económica, frustrada por la imposibilidad cada vez mas manifiesta de llegar al American way life, consumista.
Debemos educar en valores.
Ese debe ser nuestro papel, es nuestra responsabilidad popular como socialistas revolucionarios.