Avançar para o conteúdo principal
ALGO PASA EN EL CAMPO. CRISIS AGRARIA Y LUCHAS CAMPESINAS

PRIMERA PARTE
ALGO PASA EN EL
CAMPO
Siempre que se oye
hablar del campo suena una palabra repetida miles de veces: «crisis».
Se dice que el campo está en crisis, que es el sector más marginado
de nuestra economía, el «pariente pobre», la «cenicienta» del
desarrollo español y tantos otros calificativos que quieren poner de
manifiesto el olvido del mundo rural, el abandono en el que durante
muchos años se ha visto sumida nuestra agricultura.
Los campesinos
conocen bien esa crisis de la que lodos hablan. Incluso conocen
algunas de sus causas. Es natural. Están viviendo a diario los
problemas y, sin querer, no pueden dejar de pensar a que se deben...
Pero además, desde
hace tiempo, tanto las declaraciones oficiales como innumerables
noticias y artículos de prensa hablan de la crisis agraria. En estas
declaraciones se ha pretendido llamar la atención unas veces y
eludir responsabilidades otras, respecto a los profundos problemas
que afectan al campo español. Las autoridades y los «entendidos»
se han quedado muchas voces tranquilos hablando de problemas sin
buscar auténticas soluciones.
Pero, volvamos al
principio, ¿qué pasa en el campo? ¿Por qué anda en «crisis» y a
qué causas o a quiénes se debe esta crisis?
Hoy los innumerables
conflictos agrarios que se extienden a lo largo y ancho de nuestra
geografía no son casuales. Las «guerras» de lecheros, tomateros y
demás pequeños propietarios contra los monopolios y las
regulaciones oficiales son una muestra bien palpable del malestar que
se vive.
Los viejos
conflictos planteados en torno a la tierra y el trabajo de los
campesinos asalariados cobran de nuevo actualidad y se presentan con
nuevas características. Todo da a entender que se está acabando una
época y comenzando otra. Que el sector desheredado del desarrollo
español, como despertando de un letargo, pide su parte en el pastel
y su participación en la sociedad.
Ya es hora de
plantearse seriamente las respuestas a las preguntas planteadas y de
reflexionar un poco sobre los cambios que se han operado en nuestra
realidad agraria. En la medida, en que conozcamos esa realidad
seremos capaces de buscar mejores soluciones para alumbrar un futuro
más justo para los campesinos.
Comentários