Información de la cárcel de Badajoz. Suso Cela Seoane
Hace unos días, después de de 2 meses sin darme
correspondencia, me entregados tres cartas. El matasello de las cartas era de
hacía 490 días. Es decir, que desde que la familia y amigos escribieron las
cartas, hasta que las recibí pasaron 40 días.
Para ello nos dispersan de nuestros compañero y nos alejan
de nuestras tierras, a cienos, , miles de kilómetros. Tienen a su vez, todo un
arsenal de medidas para conseguir ese objetivo que si ya bien, una por una es
una aberración, en su conjunto hacen ver la verdadera brutalidad de esa
política.
Te intervienen las comunicación, ¿Qué significa esto?
Desgranémoslo en todos o en casi todos los aspectos que aboca. Señalar, primero
que el derecho a las comunicaciones, y como tal, según reconocen sus leyes y
tribunales, no puede ser restringido intemporalmente. Sin embargo, ya se ha
encargado el “dios” Tribunal Constitucional de matizar que para los
miembros de “organizaciones terroristas” puede tener carácter intemporal, el
tiempo que ellos quieran, mientras no renieguen de sus organizaciones, de su
lucha, de la violencia y seamos respetuosos con su legalidad que explota,
reprime, tortura, niega los derechos nacionales, desahucia a golpe de porra,
condena al paro y recorta derechos y libertades.
El que suscribe lleva casi 22 años encarcelado y 20 años con
la intervención de las comunicaciones, 16 de los últimos, interrumpidamente.
Las comunicaciones vis a vis son intervenidas. Las salas
donde te reúnes con tus familiares están preparadas para escuchar todo lo que
hablas. Lo mismo sucede con los locutorios y lo mismo sucede con las llamadas
telefónicas. Si en alguna de esas comunicaciones consideran que se vierte algo
contra cualquier tipo de “seguridad” del centro, de las personas del Centro, de
las instituciones, del país… o consideran que es subversivo, te pueden cortar
las comunicaciones el tiempo que consideren oportuno. Os pongo un par de
ejemplos a modo ilustrativo. Durante cinco años estuve sin comunicaciones vis a
vis, porque en una comunicaciones con mi madre, decían que habíamos hablado
bien de la revolución cubana y una señora jueza de Sevilla tuvo a bien que no
se me concedieran comunicaciones vis a vis durante 5 años.
Por leer un poemas por teléfono, a mi hermano le suspendieron
todas la comunicaciones durante un mes.
Por llamar a su compañera y coincidir que estaba con varios
“colegas” que quisieron saludar al compa preso, le cortaron las comunicaciones
telefónicas varios meses. Son sólo unas pequeñas muestras de las arbitrariedades
para con los presos políticos en las cárceles.
La intervención de las comunicaciones escritas supone que
sólo puedes enviar dos cartas semanales y, en algunas épocas y dependiendo de
la cárcel, de dos folios cada carta como máximo. Tampoco te permiten poner
preso político en el sobre, ni en el remite, ni en cuando te la envían. Si te
llega una carta y pone en la dirección preso político, no te la dan, la
devuelven a la persona que te la enviaba. Si, cuando tu mandas una carta, en el
remite pones preso político, sencillamente, no te la tramitan. Si te da por
currártelo de artista y haces una bandera de Galicia con una estrella soja en
el sobre, tampoco será tramitada.
Otra consecuencia que va pareja con la intervención de las
comunicaciones escritas, es la retención de la correspondencia. Leen las cartas
que mandas (y el mismo proceso para las que recibes), las fotocopias y son
mandadas a Madrid, a la DGIP. Si en el plazo de 15 días, Madrid no contesta, ya
te la entregan o puede ser echada al correo. Esto siendo ya una pasada, es más
importante de lo que puede parecer. A la larga te hace perder el contacto con
innumerables personas que mantenías contacto por escrito. Os ilustro: Yo envío
una carta a una persona; con mucha suerte, y ya veréis luego porque os lo digo,
es echada al correo a las 15 días de ser echada. Le llega a esa persona entre
17-20 días. Cuando esa persona me contesta sucede lo mismo. Una comunicación
escrita que tendría que resolver en una semana, se dilata más de 40 días, y
ello, con mucha suerte. La retención, por obra y gracia de los censores
carcelario, en vez de los 154 días reglamentarios, se puede dilatar 20-25-30
días, dos meses… Si yo me escribo habitualmente con una persona, lo mismo que
sólo tengo 2 cartas semanadas y tengo que elegir-seleccionar a quien le
contesto y, luego, mi carta le tarda mes y medio en llegar, y otro mes y medio
en recibir su contestación (en el mejor de los casos), ya son 3 meses con lo
que, por la vía de los hechos, nos reducen la comunicación con esa persona a 4
veces al año y esto en el mejor de los casos; o ya pensabais que todavía
podía empeorar. Pues sí, todavía puede empeorar. Por si no lo sabíais las
cartas pueden “perderse” en algún despacho o papelera funcionarial. Os vuelvo a
ilustrar. Hace cuestión de año y medio contestaba una carta a una
persona. Pues bueno, esa cata se “perdió” A los seis meses que había contestado
en su carta, pero… Meses después volví a recibir otra postal suya en la que ya
me acusaba de informar y degenerado. Evidentemente, mi segunda carta tampoco le
había llegado. Le volví a escribir y ¡por fin¡ llegó mi carta a su destino y
pude recibir su respuesta. Entre mi carta inicial y su respuesta había pasado
casi 18 meses. ¡Os imagináis lo que esto supone¡ Y él esperando mi carta y yo
su respuesta. En los hechos, la intervención-retención-putadas viene a suponer
la imposibilidad de mantener una mínima relación normalizada con nadie.
Pero si pensabais que se podía quedar ahí, la cosa todavía
hay más. Si alguien te escribe y te manda una octavilla de cualquier
movilización, manifestación, acto, concierto solidario, en el que haya estado o
tenido conocimiento, ya no te dan ni la octavilla ni la carta. Si te mandan un
fanzine, una publicación alternativa del barrio, o del pueblo, una colección de
poemas, tampoco te la dan. Si te mandan información sacada de internet, tampoco
te la dan. Si te mandan alguna foto y es de alguna manifestación , acto
reivindicativo, concierto protesta, etc.etc. tampoco te la dan. Poco a poco van
reduciendo tu contacto con el exterior y con la información, palpitar del
movimiento del que formamos parte.
Pero no queda ahí la cosa, todavía queda más. Si en una
carta te da por comentar sobre tal o cual lucha en las cárceles, o que estás en
una situación tal o cual, o que un compañero se encuentra en tal o cual
situación, y ves conveniente iniciar una lucha o movilización, sencillamente se
quedan con la carta y no te la tramitan. En diciembre de 2010, ante una
situación concreta en las cárceles, escribí aros compañeros presos y alguna
gente de la calle para iniciar una denuncia en las cárceles. Resultado 15
cartas sin tramitar, la correspondencia que podía mandar en 2 meses (2 cartas
semanales). Lo mismo sucedió con contras tantas de compañero que por el mismo
motivo no me dieron.
Como podéis comprobar, con esta batería de medidas, en la
práctica terminan casi incomunicándote. Hace 12-14 años, mantenía
comunicación-correspondencia con no menos de 25-30 publicaciones-colectivos del
movimiento en la calle; ahora con un par de ellos y en las condiciones que os
vengo relatando. Ni la revista del pueblos porque viene en gallego y sin
depósito legal.
Otras medidas para tratar de conseguir este objetivo y que
se complementan unas con otras, afectan a las personas que fuera quieren
comunicar con nosotros. Además de la distancia, la dificultad para venir a
cientos-miles de kilómetros, el desembolso económico, el tiempo para venir, se
unen medias intimidatorias, controles en la carretera, en los autobuses, en los
trenes, identificaciones y cacheos… para, luego cuando ya llegan a las cárceles
someterlos a cacheos muy estrictos, previo paso por identificación, huellaje,
fotografía. La cárcel, por si sola, ya resulta tétrica e intimidatoria.
Otra medida es la reducción de las comunicaciones a 10
personas. Sólo pueden venir a visitarte 10 personas que, previamente tienen que
ser acreditadas mediante envío de todos sus datos a Madrid que decidirá si es
aconsejable que comuniques con tal o cual persona. Lo mismo sucede con las llamadas
telefónicas. Al final terminan reduciéndote las comunicaciones a la mínima
expresión.
Con todo ello, tratan de incomunicarte, aislarte, pero sobre
todo, que te sientas sólo, incomunicado. Situación que se ve agravada con los
presos políticos que se encuentran en los aislamientos, pues a esta
incomunicación, aislamiento se le une el que vives en la propia cárcel;
20-22horas al día en la celda en unos departamentos que parecen verdaderos
agujeros inhumanos, saliendo al patio con uno o dos presos, con unas normas y
medidas opresivas y represivas al máximo. Los modernos “bunkers” de las nuevas
macro-cárceles están diseñados específicamente para hacerte sentir esta
incomunicación-aislamiento al extremo y en toda su brutalidad. Además de las
brutales medidas de control, están construidos como adosados de la cárcel, como
un parte donde desde que entras te hacen patente esa sensación de
aislamiento-incomunicación.
Y bueno, hasta aquí lo malo, lo feo. Lo bueno y bonito es
que a pesar de todo, no consiguen su objetivo y mucho menos hacernos sentirnos
solos, aislados, incomunicados. Y en ello, jugáis un papel de vital importancia
vosotros. La lucha que lleváis ahí fuera hace que todos estos planes fracasen,
como lo actos realizados en A Coruña últimamente y pro que lo que desde aquí,
mandaros mi más grande felicitación por todo ese trabajo que venís realizando y
seáis conscientes de su importancia, aunque a veces pueda parecer que no lo es.
Por eso, animaos a seguir profundizando y extendiendo ese magnífico trabajo que
venís realizando y no olvidéis la importancia que tiene. Tratar de llegar al
mayor número de gente se hace más importante cada día, pues como habéis podido
comprobar es más probable que el número de presos políticos se vaya
incrementando con nuevos “modelos” de presos políticos. Ya no sólo van a meter
en la cárcel a miembros de organizaciones “terroristas”; ahora cualquier
manifestante puede ser condenado por actos “terroristas”, cualquier indignado
que se oponga al verdadero terrorismo que supone un desahucio, puede ser
acusado de “atentado a la autoridad” y pasar a engrosar la fila de los presos
políticos en las cárceles del Estado.
Que os voy a dejar que creo que ya me he extendido
demasiado. Animaros a seguir enviando postales a los presos políticos.
Seguramente, algunas de ellas no lleguen a su destino, pero os puedo asegurar
que aunque eso sea así, les jode cantidad.
Un fuerte abrazo para todos y no importa donde esté la
barricada, lo importante es mantener siempre en alto la bandera de la dignidad
y la lucha y los sueños de un mundo mejor.
Suso Cela Seoane.
Mayo 2012. Prisión de Badajoz
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