CARTA DESDE TOPAS. 29/12/2013 LUCIO GARCÍA BLANCO




Almaraz
Hola: ¿Qué tal se han dado las fiestas navideñas?  Aquí, este año, las familias se han tenido que llevar de vuelta la mayoría del turrón y otros productos que nos traían, porque sólo les han dejado pasar un par de bolsas de frutos secos y dos tabletas de turrón. La cuestión es que ni siquiera nos avisaron de que nos iban a recortar el paquete. Todo es muy peculiar de esta cárcel.
Me ha venido bien la denuncia que me has enviado sobre la traición  y el arrepentimiento de Telmo Varela, ya que no recordaba el contexto en el que se había dad. El pájaro debe de andar de jefecillo de un pequeño sindicato nacionalista, y aireando unas supuestas discrepancias políticas con nosotros supongo que pretenderá promocionarse, así que está bien que denuncien su catadura. No conozco con precisión las causas por las que estuvo justamente en este módulo; parece ser que le acusaban de tenencia de explosivos y pertenencia a “Resistencia Galega”, pero salió en libertad en extrañas circunstancias antes de que le hicieran el juicio en Madrid. A cuatro o cinco supuestos militantes de esta organización les condenaron hace unos meses a 18 años de cárcel por pertenencia a “banda armada” y supongo que alguna otra cosa más. Pero con anterioridad no les consideraban “banda armada”
El escrito de Arango sobre el arte, me recuerda a las interminables discusiones que tuvimos en las comunas de las cárceles de Soria y Zamora sobre el tema, en la década de los 80, en las que algunos criticaban el llamado realismo socialista. Y claro que el arte no se puede desligar de su contexto histórico y social y a la vez transmitir emociones, también es importante que refleje valores, posturas políticas e ideológicas etc., aunque unas disciplinas se prestan más a ello que otras. Pero ahí tenemos, por ejemplo, la obra pictórica de Goya que hace un montón de denuncia política y social en la época que le tocó vivir. El llamado arte por arte que defienden algunos en realidad no existe. La cuestión es que, desde aquellos años 80, apenas hemos discutido sobre ello.
Lo que reflejan las cosas de internet que me enviaste es que se siguen llevando a cabo por todo el Estado los actos y las jornadas contra la represión y en solidaridad con los presos políticos. Es una buena respuesta al aumento de la represión y a la imposición de la nueva “ley de seguridad ciudadana” del  ministro del Opus Dei. Lo malo es que mientras en el conjunto del Estado, poco a poco se va desarrollando la resistencia a la vuelta del régimen a sus orígenes más negros, el movimiento abertzale sigue su vergonzosa marcha atrás renunciando a la lucha, lo que sin duda da cierto respiro al fascismo en un momento muy crítico para él. Me refiero al comunicado que los presos vascos acaban de difundir tragando con la ignominia de la política de excepción carcelaria y arrepintiéndose de su lucha por el pueblo vasco. Sólo conozco lo que dice la radio y la TV del asunto, pero es evidente que se trata del colofón a su proceso de traición a los principios por los que lucharon, y de integración en el Estado terrorista. No obstante, a mi no cabe duda de que el pueblo vasco terminará dando la espalda a esta gente y reponiéndose con creces de este revés.
Por otra parte, desde el ámbito del Estado ya andan preparando la forma de llevar a cabo una nueva pantomima de “transición a la democracia”, como acaba de apuntar el rey en su mensaje navideño. Pero en esta ocasión no cuentan con ninguna fuerza política que pueda dar una mínima de credibilidad a la maniobra y, por el contrario, hay un desarrollo importante de la conciencia política de ruptura con el régimen, y de lucha por un verdadero marco de libertades democráticas.
Ando ya terminando el libro de Ludo Martens sobre Stalin, aunque volveré a pegarle otro repaso para sacar algunos apuntes. Está bien bastante bien ya que desmonta las patrañas que la reacción mundial viene difundiendo de esta etapa, y aclara meucas e las características y de los grandes avances que se dieron, y que conllevaron a la derrota militar del fascismo.
Lo primero que deja claro el libro es el contexto histórico en el que se tiene que desarrollar en la URSS y acabar con el socialismo.
Nosotros mismos dábamos por hecho de que, en ese contexto, era normal que no se hubieran centrado en desarrollar la democracia revolucionaria, haciendo participar a las masas campesinos y los trabajadores en la colectivización del campo, el desarrollo de la industrialización, los planes quinquenales y las medidas tomadas por el Partido y la administración del Estado. Sin embargo, Ludo demuestra con un montón de ejemplos y documentos, que las medidas no se imponían desde arriba sino que se daba una gran participación democrática de las masas populares, y que en muchos casos eran ellas las que llevaban la iniciativa. En términos generales ni mucho menos se pecó de burocratismo o desarrollo de las medidas administrativas aisladas de la acción de las masas. El propio Stalin y el Partido desenmascaran y combaten permanentemente ese burocratismo, promoviendo la formación política y la participación de las masas populares en la construcción del socialismo.
La cuestión es que el Partido bolchevique pasó de ser una pequeña formación, a tener una militancia considerable en un corto periodo de tiempo, lo que implicaba que en términos generales los militantes tuviesen un montón de kulaks, oportunistas y reformistas de todo tipo. También hay que tener en cuenta que so mese antes de la revolución los mencheviques y eseristas eran una abrumadora mayoría en los soviets. Y a ellos hay que añadir el papel que desde el Partido juegan los Zinoviev, Bujarin, Troski etc., con lo que Stalin y otros cuadros llevan una paciente y larga lucha política.
Todos esos grupos y elementos se lanzaron a promover la contrarrevolución ayudados por los propios nazis y otros países imperialistas, utilizando los sabotajes y los atentados terroristas, así que estaba justificada la represión contra ellos. Las cifras de presos políticos, y de muertes que da Ludo son cifras reales que están sacadas de los archivos oficiales, y no se parecen ni por asomo a las que difunden los contrarrevolucionarios de allí y de aquí. Los que ocurre es que cargan a la cuenta de Stalin los crímenes que hicieron ellos mismos.
Uno de los que queda bien desenmascarado en el libro es Troski, que por acabar con Stalin se allí hasta con los nazis, lo que fue un mero reflejo de lo que hicieron aquí, en el periodo de la guerra, los trotskistas aliados con los anarcos.
Las que han respondido con bastante fuerza a la nueva ley del aborto han sido las mujeres, y todo apunta a que, en ese sentido, se abrirá un nuevo frente de lucha. Esperemos que en el 2014 se forme en firme y amplio movimiento de resistencia.
Un fuerte abrazo. Lucio.

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