CARTA DESDE JAÉN: 29/XII/2013. DE SANTIAGO RODRIGUEZ MUÑOZ
Almaraz |
Hola: …Me encuentro en este
caldero en cumplimiento de un auto del juzgado de vigilancia penitenciaria que
ganó mi compañera, luchando para que restablezcan nuestras comunicaciones. El
aparato carcelario suele restringir a un mes la duración de este tipo de autos
de vinculación familiar, y así nos lo anunciaron incluso.
De modo que, contra todo
pronóstico, mi estancia se ha prolongado dos meses y aún desconozco cuando me
devolverán a Hueva… Si es que regreso allí y no termino en otro agujero.
Supongo que a primero de año
En cuanto a tus interesantes
comentarios, un par de apuntes breves. No puedo estar de acuerdo contigo cuando
basándote en las ideas del tal Félix Rodrigo, dices: “por eso el movimiento
obrero fue perdiendo fuerza, cuando también fue pasando las siguientes
generaciones y todos esos restos de cultura comunal y social rural de los
emigrantes”. Si esto fuese así, la revolución socialista estaría condenada al
fracaso de antemano. El fenómeno es precisamente al revés. Existen
números ejemplo de ello, pero te daré dos pinceladas de uno muy cercano. De las
tres nacionalidades, oprimidas en España, Galicia ha sido la más atrasada desde
el punto de vista económico, caracterizada por su escasa industrialización y la
preponderancia de lo rural. Esta circunstancia, curiosamente, posibilitó que
allí se originase el proletariado más revolucionario de las tres en los últimos
40 años. Y ello no se debe a que el joven movimiento obrero surgido en los años
60 en torno a los núcleos industriales de A Coruña, El Ferrol o Vigo,
proviniese del campo por completo, sino a que por su propia bisoñez estaba
libre de la perniciosa influencia del revisionismo y el reformismo. Los
“traidores carrillistas y el socialfascismo” a los que te refieres y que, lejos
de ofrecer una explicación simplista, responden a categorías analizadas
científicamente por los clásicos del marxismo, y en particular por Lenin.
Entre mi compañera, Mónica y
su abuela, con la que veraneaba en una aldea pontevedresa, en una casa carente
de corriente eléctrica y agua, se produce un tránsito evidente en la figura de
su padre, “O roxo”, obrero durante décadas en la cadena de montaje de la
“Citröen” de Vigo. Pero, con todo, el factor determinante en su transformación
como mujer de choque de la clase trabajadora (9 años clandestina y 10 años
presa) es la existencia ininterrumpida en su ciudad del Partido Comunista. El
elemento subjetivo.
Del mismo modo que ha
sucedido en los demás casos de toma de conciencia política que comentas. El
medio circundante condiciona, pero lo determinante siempre es tomar contacto
con la vanguardia revolucionaria, que bajo el capitalismo está constituida por
una minoría. Y me refiero, naturalmente, a una conciencia revolucionaria,
verdaderamente transformadora, no a una conciencia social más o menos sensible,
que sufra por los padecimientos de los oprimidos o los males del mundo sin
encontrar para ellos más que remedios parciales.
En cuanto Arango, qué decir.
Suscribo todo lo que me comentas. Un gran pedagogo, si, En el se fundan el
hombre de acción y el consumado teórico. Un comunista completo, vamos. Lo mismo
que Lucio, al que tengo mucho afecto. Dos magníficos representantes de nuestra
vieja guardia, que en su conjunto es alucinante.
Mónica y yo os trasladamos
nuestros mejores deseos para el próximo 2014. Mucha salud, abrazos. Santi
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