CARTA DE MANUEL ARANGO DESDE LA CÁRCEL DE ZUERA. ZARAGOZA. 9/06/2013
Córdoba |
Es necesario, como así se está iniciando realizar una
campaña permanente por la salvaguarda de la salud y la liberación de los presos
políticos enfermos.
Todo lo concerniente a los presos políticos enfermos debe
ocupar la “punta de lanza” de la lucha por la amnistía total, que debe ocupar
un lugar preferente por todo lo que ello significa en cuanto al desarrollo
general del movimiento revolucionario.
Nosotros, como bien se conoce hace bastante tiempo que hemos
puesto la plataforma del “PROGRAMA DEMOCRÁTICO”, que contiene la amnistía, la
derogación de leyes y tribunales especiales, la restitución de los derechos de
los trabajadores, el derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas y
la eliminación de la política imperialista, todo ello como alternativa y base
del cambio democrático.
Recibo bastantes cartas y materiales (prensa de diverso
tipo) que dan las ideas y las panorámicas básicas de cómo está la calle. Por mi
parte, ya sabes a parte del estudio político, del estudio de la UNED, de
redactar artículos, crónicas, etc., mantengo una correspondencia
político-personal bastante amplia. Si a eso le unes mis pinturas de denuncia etc.,
a acuarela, etc., tengo bastante ocupados mis días; en Diciembre cumplo 65 años…
Isabel está bastante disminuida de actividades por sus
diversas enfermedades, columna, aparato respiratorio, etc. Aún así trabaja
también en diversas vertientes.
De mi pequeña y añorada Tsaciana, sé su situación
constantemente por mis padres. El valle apenas tiene unas exiguas explotaciones
mineras. De 1970 a fecha de hoy, el valle ha perdido el 80% del trabajo en la minería
(eso según datos más o menos oficiales), yo creo que ha perdido más; y lo que
queda tiene los meses contados. El valle está quedando desierto; predomina el
esplendor de su verde con las cicatrices negras, de las explotaciones de
carbón.
También existen desahucios. La cuestión es que está
preparando otra gran ofensiva de los pocos trabajadores que quedan apoyados por
la escasa población que queda. Baste, señalarte que mi pueblo, Villaseca llegó
a tener en torno a 4000 habitantes en los años 70, hoy está lejos de llegar a
los 1000…”
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