DESDE LA CARCEL DE LA MORALEJA: Jose Manuel Martínez Rodriguez
Cangas do Morrazo. Pontevedra |
LA
SITUACIÓN EN LAS CÁRCELES ESPAÑOLAS.
CAMINA
HACIA LA INVOLUCIÓN
Instituciones
penitenciarias que constituyen una conculcacón del derecho de la intimidad.
Es
un burdo intento de ocultar el fracaso de la inhumana e ilegal polítca
penitenciaria y, desviar la atención de la opinión pública de las verdaderas
claves en que, se mueve la actual política penitenciaria que no es outra, que
la utilización de la ilegalidad y la conculcación de derechos como elemento de
presión y chantaje.
1.
Desde
hace varios años la situación en las cárceles, camina hacia una involución, en
el sentido de abandonar el espíritu de la ley general penitenciaria, que es una
estructura pedagógica encaminada para que haya una liberación en el contexto de
la vida penitenciaria, com un fn, que no es outro que favorecer un mayor
acoplamiento de las personas que se encuentran internas en los centros
penitenciarios, para que puedan superar sus drogodependencías.
2.
La
ley penitenciaria es fundamental en una situación como la que hay, en la
actualidad, donde la delincuencia es muy irreal, porque el 70% o 80%, de los
delincuentes es drogadicto. Por ello cuando la causa de la delincuencia es
fundamentalmente un problema derivado de la dependenca física, una patología,
lo fundamental es un tratamiento que permita a estas personas cambiar.
Desgraciadamente, cada vez se abandona mas el espíritu de
la Ley General Penitenciaria, y los responsables de la gestión penitenciaria se
olvidan de que lo esencial es el tratamiento. Cuando se olvidan de esto, sólo
recurren a medidas de castigo de aislamiento, de privación de los derechos de
los internos, lo que provoca que una persona que inicialmente sólo era drogodependiente
termina siendo, en muchas ocasiones, un delincuente, con una mayor agresividad
y, una personalidad deteriorada. La mejor manera de afrontar la seguridad es
tratar el problema de la drogodependencia y olvidarnos de hacer más rejas.
3.
Los
motivos principales que determinan esa espiral de violencia fundamentalmente
son las meddas de aislamiento, de deterioro de la personalidad, que son en
realidad, un atentado, cuando una persona lleva aislado meses, ha pasado de ser
casi persona, es una animal acorralado, esto es lo que está ocurriendo. El
problema de seguridad se crea por el abandono del espíritu y, de la propia ley
general penitenciaria, y por situaciones de irregularidad que existen, porque
se han creado regímenes de aislamientpo, cuando no lo permita la legislación
penitenciaria, que logicamente, han crispado a la población penitenciara y, han
determinado una peligrosidad, espiral de violencia.
Fdo.
Jose Manuel Martínez Rodriguez.
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