DESDE LA CARCEL DE ZUERA. ZARAGOZA. Manuel Arango Riego. 26/08/2012



LA IMPUNIDAD DEL TERRORISMO DE ESTADO
Soy Manuel Ramón Arango Riego, de 63 años de edad, natural de Villaseca de Laciana (León) y militante del PCE(r) desde hace cerca de 40 años. He estado en prisión en varias ocasiones, contabilizando varios años encarcelado por mi condición de militante comunista. En la actualidad, hace más de 5 años que me encuentro otra vez en prisión por mis actividades políticas revolucionarias.
El motivo de esta carta es para exponer la siguiente denuncia:
En fechas recientes, José María Gómez Pontón, vecino de Villablino de Laciana, León, periodista y en la actualidad también estudiante de la UNED, fue sometido a diversos actos represivos por parte de algunos integrantes de la “Brigada de Información” de la guardia civil, por el hecho de mantener correspondencia conmigo por motivos periodísticos y por relaciones de paisanaje.
Primero, fue exhaustivamente vigilado en su pueblo, en sus viajes y en la facultad con la que mantiene una relación académica.
Posteriormente, integrantes de esta brigada allanaron, sin orden judicial alguna, el domicilio de Gómez Pontón, a las 3 de la madrugada. Después de registrar su piso, este vecino de Villablino fue retenido, más bien secuestrado por estas fuerzas policiales.
Bajo “un ambiente represivo delirante” – como manifiesta Gómez Pontón – dué intensamente interrogado, amenazado y presionado psicológicamente, intentando incluso este cuerpo policial utilizar burdas y falsas pruebas para tratar de inculparle como “sospechoso de colaboración con organización terrorista”.
Puesto en libertad, Gómez Pontón manifestaba: “al final de los interrogatorios, me doy cuenta de que lo que pretendían era intimidarme, para darme un escarmiento y hacerme entender lo peligroso que es cartearme con una persona encarcelado bajo la acusación de “terrorismo”. También me he enterado de que mi teléfono había sido intervenido sin orden judicial”.
Queda muy claro, por tanto, que como en este caso, el sólo hecho de mantener correspondencia con un preso político (como lo soy yo), conlleva el riesgo de ser sometido a diversas acciones represivas.
Así funciona el terrorismo de Estado, que contabiliza innumerables actos represivos (detenciones, torturas, encarcelamientos, secuestros, desaparecidos y asesinatos políticos), se mantiene a través de leyes especiales propias de los estados de excepción, de tribunales políticos semejantes a los “tribunales de orden público” (TOP) de la época de Franco, de cuerpos policiales y militares de represión política y de medidas penitenciarias dirigidas al exterminio de los presos políticos.
Todo este entramado represivo y la política fascista que le guía, está apoyado por los partidos y sindicatos institucionales, y cuenta también con el respaldo de la propaganda intoxicadora e instigadora de represiones de todos aquellos medios de comunicación puestos al servicio del terrorismo de Estado.
¡HAY QUE DEFENDERSE! En cualquier momento, el terrorismo de Estado (ese engendro represivo del “estado de derecho” ) fascista puede ir a por ti.

Junio 2012





A TODOS LOS MINEROS Y A MI VALLE VERDE Y NEGRO (relato) 
He leído muchas veces en estos últimos 30 años que había llegado el final de la minería del carbón. Han intentado acabar tantas veces con este sector productivo que sólo las luchas de los mineros lo han impedido.
Creo que los mineros del carbón son uno de los últimos exponentes del proletariado clásico, con sus formas de lucha utilizando el dominio del terreno para desarrollar una suerte de lucha de guerrillas, con el despliegue de su legendaria solidaridad y sus llamamientos al empleo de la dinamita y a transformar las huelgas en una lucha contra el poder político existente.
Este año intentan acabar definitivamente con este sector productivo.
Quizás los mineros estén librando la última batalla de las cientas que han venido librando en más de un siglo de existencia.
Los mineros y sus familias llevan resistiendo desde hace meses. Contra ellos, como siempre, se encuentran el estado fascista y sus mercenarios policiales y las mafias de los partidos y sindicatos institucionales. También se están empleando contra los mineros las mentiras y los chantajes, orquestados por esas otras mafias de aquellos medios de comunicación al servicio del estado terrorista.
Apoyando a los mineros en lucha, se encuentra la solidaridad activa de muchos trabajadores de diversas partes del estado, asociaciones democráticas y antifascistas y las organizaciones revolucionarias.
Y yo desde aquí, contribuyendo en la medida de mis posibilidades en la lucha de los mineros: enviando textos de apoyo, denunciando las canalladas del estado y de sus socios de correrías y dibujando la resistencia minera.
Mis ancianos padres, pertenecientes a núcleos familiares con cerca de cien años de tradición minera, me vienen informando de lo que sucede en la minería de León. Unas veces me comentan, jubilosos, que los mineros se han tirado al monte de manera real, y desde allí hostigan a las fuerzas represivas y controlan enclaves importantes. En otras ocasiones, me relatan las penurias de los mineros y que están preparando luchas cada vez más radicales.
En estos momentos, recuerdo mi participación hace bastantes años en las luchas mineras: elaborando octavillas reivindicativas y asistiendo a las reuniones clandestinas en la espesura de los montes.
Vuelvo también a recordar ahora cuando en mi valle se creó una organización clandestina del PCE(r) a través de células y círculos; al mismo tiempoque surgían núcleos del Socorro Rojo, de la organización democrática de estudiantes antifascistas (ODEA) e incluso salieron guerrilleros para los GRAPO.
En nuestra propaganda comunista, han quedado registrados hechos significativos de toda esta actividad revolucionaria, como también han quedado recogidos en aquel extenso testo que, titulado “muxivén”, fue realizado en prisión en los años 80.
Mientras tanto, desde aquí, continuaré llamando a los mineros de todas las partes y a los de mi valle verde y negro a proseguir con la resistencia organizada a toda costa.

Junio de 2012
Prisión de Zuera.
De una amplia colección de relatos cortos.



Comentários

vane disse…
Tienes toda la razon y e vivido tres anos de oscuridad por culpa del cuerpo de seguridad del estado valla todo un drama maltrato ..extorsion..aun estoy recuperandi mi vida.
Anónimo disse…
Gracias por participar.

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